Momentos mágicos, nuestros cuerpos unidos
tus brazos alrededor del mio
y un complaciente suspiro.
A oscuras en el cuarto,
tu belleza iluminaba
lo que la luz apagada
ya no lograba.
Mi espalda desnuda
y tu boca se acercaba,
más y más hasta mi hombro
mi tranquilidad desbordaba.
Caía la noche
y desde la ventana observaba,
como la belleza de la luna
no se compara con la de tu cara.
Luego de unos besos interminables
y unas caricas confortantes
nuestras miradas penetradas
nuestro amor expresaban.
Inmenso era el sueño
de esta pasión incontrolable
que en un instante inesperado
nuestros ojos se cerraron.
Una noche innolvidable
un recuerdo memorable,
en donde la pasión y el amor
fueron los mejores aliados.